
Título Original: Gardens of the Moon
Autor: Steven Erikson
Editorial: La Factoría de Ideas
Serie: Malaz: El Libro de los Caídos (vol. 1)
Año: 1999 (España, 2009)
SINOPSIS
Tras interminables guerras, amargas luchas internas y sangrientas confrontaciones, incluso las tropas imperiales necesitan un descanso. Pero la obsesión expansionista de la emperatriz Laseen no tiene límites, y cuenta con el apoyo de sus sanguinarios agentes de la Garra.
Tras el último asedio, el sargento Whiskeyjack y su pelotón de Abrasapuentes necesitan tiempo para descansar y enterrar a sus muertos, pero Darujhistan, la última de las Ciudades Libres de Genabackis, les espera. Es el objetivo último de la insaciable emperatriz.
... Y parece que el Imperio no es el único que codicia esa plaza: fuerzas siniestras conspiran dentro y fuera de las sendas mágicas, y todo indica que los propios dioses se preparan para la batalla...
OPINIÓN PERSONAL
Tras haber leído cientos de comentarios sobre las bondades de la obra malazana de Steven Erikson, he terminado por fin el primer libro de esta gran aventura, y reconozco que te deja con buen sabor de boca, pero con ciertos matices.
Aunque lo más fácil es comparar Malaz con Canción de Hielo y Fuego, por la magnitud de ambas obras, lo cierto es que no pueden ser más distintas: mientras Martin se lo toma con calma a la hora de desarrollar personajes y tramas, Erikson va al grano en todo momento, sin pararse a describir prácticamente nada, resultando mucho más caótico.
Este caos narrativo es mucho más patente al comienzo de la novela, puesto que ésta no tiene un inicio propiamente dicho; al principio de la historia, Erikson arroja al lector en mitad del campo de batalla para que se busque la vida a la hora de identificar a los personajes y saber qué es lo que tienen entre manos.
Ahora bien, este caos del que hablo, lejos de ser un handicap, es un elemento más del universo malazano, pues la novela en sí es una puta locura. Me explico. La magia que existe en la novela es tan bestial, tan poco sutil, que inevitablemente afecta a los personajes de manera directa, por lo tanto, un personaje que en un momento está caminando por un páramo puede encontrarse, de buenas a primeras, en una senda mágica plantándole cara a un dios, para luego aparecer en una ciudad cercana y continuar su camino. Asi es el estilo de Erikson.
A unos les gustará ese estilo, y a otros no, pero si algo les puedo asegurar, es que la novela goza en todo momento de un gran dinamismo, porque no dejan de suceder cosas, con lo cual no se hace pesado el desarrollo de la historia.
Por lo demás, la novela tiene un buen puñado de personajes, cada cual más estrafalario y que, si bien no gozan de un gran desarrollo, están todos muy bien diferenciados, de hecho, Erikson utiliza el recurso de los puntos de vista (que tan popular ha hecho a "Juego de Tronos") pero de una forma menos estricta, lo que contribuye al dinamismo del que antes hablaba.
En definitiva, estamos ante una novela muy espectacular, con un universo complejo (apoyado en eficaces glosarios y apéndices). La historia, sin ser un alarde de originalidad, cede ante unos personajes y un entorno que se llevan todo el protagonismo. En este sentido, sí que es bastante original y, por lo tanto, recomendadísimo.
Para terminar, sólo diré una cosa; prepárense para conocer a unos personajes que, ahora si, formarán parte de nuestras vidas. "Paran", "Velajada", "Azafrán", "Anomander Rake", "Whiskeyjack", etc. Vayan familiarizándose con esos nombres!
Lo bueno: original, divertido, espectacular, dinámico.
Lo malo: es un poco caótico y la ausencia de descripciones no ayuda.
Nota: 7/10