RESEÑA: Los Reyes Heréticos

Título original: The Heretic Kings
Autor: Paul Kearney
Serie: Las Monarquías de Dios 2/5

Editorial: Alamut
Género: Fantasía épica

Año: 1996 (España, 2010)

Nº páginas: 299

"Año del Santo de 551. Un cisma divide a las naciones ramusianas de Normannia. A un lado, los monarcas que respaldan al sumo pontífice Macrobius, dado por muerto en la caída de la ciudad santa de Aekir pero milagrosamente reaparecido. Al otro, los reyes que han ligado su suerte a la de Himerius, un prelado ambicioso que planea convertir a la Iglesia en un imperio secular.

Para el rey Abeleyn de Hebrion, el cisma no es una mera cuestión teológica, sino una dolorosa realidad bélica: en su capital, Abrusio, los Caballeros Militantes, el brazo armado de la Iglesia, libran un combate abierto contra la armada y el ejército hebrioneses, que siguen fieles a su rey. Pero, ¿cuánto durará su fidelidad una vez sepan que Abeleyn ha sido excomulgado?

Entre tanto, el periplo del capitán Richard Hawkwood y su cargamento de magos exiliados ha culminado con éxito. Ahora se preparan para la exploración de las junglas del Continente Occidental, una arriesgada aventura que arrojará luz sobre el pasado de Normannia y sus vínculos con el nuevo mundo.

Y en la ciudad monasterio de Charibon, en pleno corazón de la Iglesia, dos monjes realizan un descubrimiento que podría conmover los cimientos de la fe... si es que viven para darlo a conocer".

OPINIÓN PERSONAL

La primera parte de Las Monarquías de Dios nos sorprendió por ser un libro bastante ameno y entretenido, teniendo en cuenta la grandiosidad de la historia que nos ofrece su argumento. En este sentido, Los Reyes Heréticos es una novela continuísta, con los mismos errores y aciertos que su antecesora aunque con pequeños cambios narrativos.

En esta ocasión, la novela se divide en tres partes; los libros primero y tercero, cuya acción se desarrolla en Normannia, y el libro segundo, que nos cuenta cómo va la expedición de Hawkwood en el misterioso contienente occidental. Por su parte, los capítulos situados en Normannia repartirán su acción en tres puntos distintos; por un lado veremos los avatares del joven rey Abeleyn para recuperar su reino, por otra parte está el coronel Corfe al servicio de la reina madre de Torunna, y finalmente, sabremos un poco más de los jóvenes Albrec y Avila, que realizarán un importantísimo descubrimiento en la ciudad de Charibon.

Dejando a un lado las particularidades de su estructura narrativa, el libro es igual o más entretenido que el anterior, con una historia intrigante y adictiva que va resolviendo misterios al mismo tiempo que plantea otros nuevos. Los elementos mágicos o fantásticos son mucho más numerosos e importantes en esta novela, con toda una raza de criaturas sobrenaturales conspirando contra no se sabe muy bien qué.

Hay que hacer referencia a las durísimas críticas que el autor realiza contra las religiones y las luchas por el poder, muy mordaces teniendo en cuenta que estas novelas tienen una ambientación claramente inspirada en nuestro mundo y nuestra historia pasada. No voy a negar que dichas críticas pueden escocer al lector más conservador, pero el mensaje subyacente es bienintencionado, defendiendo valores como la camaradería, el gobierno justo o la igualdad entre clases.

Sigo considerando que Las Monarquías de Dios es una obra a tener en cuenta, a pesar sus de errores (sobre todo en lo relativo a los personajes). Si eres fan de la fantasía épica pero no te gustan las sagas enormes con libros de mil páginas, ésta es una elección más que decente.

Lo bueno: el argumento se hace cada vez más interesante.

Lo malo: los personajes siguen sin ser nada del otro mundo...

Nota: 7.5/10